La Invitación
Primer Hito: Motivar e Integrar
Cuatro años pasan volando.
Recuerdo como veníamos exultantes de alegría el año 2019, de vuelta a nuestro terruño, luego de haber obtenido en Picarquín ser la sede para este 2023 del Encuentro de Madrugadores. Teníamos, como comunidad, apenas 3 años de vida y nos habíamos tirado a la piscina. No sabíamos si ésta tenía agua, pero confiábamos en que la Mater nos ayudaría a hacer “la pega”.
Para ponerle más dificultad, desde el año 2005 que una comunidad madrugadora de la V Región no se atrevía a tomar este desafío sola. Sabíamos que contábamos con el apoyo de las comunidades de la Coordinación Metropolitana y de la comunidad de El Almendral, pero los responsables finales éramos nosotros.
Así es que desde el 04 de noviembre de ese 2019 comenzamos a planificar. Primero unos pocos; pero cada vez fuimos sumando a más y más voluntades de aconcagüinos. Con orgullo podemos decir que, durante el Encuentro de Aconcagua 2023 y en diferentes tareas, tuvimos a 38 de los nuestros trabajando incansablemente desde sus posibilidades y talentos.
Es decir, logramos motivar e integrar a casi todos. Primer hito de este Encuentro.
Segundo Hito: Convencer a la Familia
Nuestro segundo hito fue el convencer a la Familia de Schoenstatt de Aconcagua que, primero, no éramos unos locos; y segundo que lograran aquilatar el valor que traer esto a Aconcagua significaría para nuestra familia. Y lo logramos. Prueba de ello el rico desayuno que brindaron a todos los peregrinos que llegaron el domingo 05 de noviembre hasta nuestra Ermita de Schoenstatt en Rinconada de Los Andes.
Durante los cuatro años de planificación tuvimos infinidad de inconvenientes. Este es un valle pequeño, con muy pocos lugares en donde poder juntar, nosotros estimábamos, a 500 personas (pero fueron 600 !!!).
El lugar para el Encuentro
El Santuario de Auco, y por ende Santa Teresa de Los Andes, se presentaba como el lugar perfecto para desarrollar el encuentro. Pero lamentablemente no cuenta con instalaciones pensadas para este tipo de actividades. Persistir en la idea del Santuario hubiese incrementando fuertemente los costos que teníamos que traspasar a los madrugadores que se animaran en llegar a Aconcagua.
Así es que, usando un concepto de innovación, empezamos a pivotear. Girar, girar. Exploramos variadas alternativas. Las estudiamos en profundidad, intentando reconocer sus ventajas y desventajas. Y en este punto, la Mater fue guiando las decisiones.
Finalmente configuramos nuestro Encuentro eligiendo como sede al Colegio Curimón, y visitando el Santuario de Teresa de Los Andes (al inicio y al cierre) y celebrando nuestra Misa de Madrugadores en el Destacamento Yungay, de Los Andes, en donde nuestro otro santo, San Alberto Hurtado, tuvo un paso como conscripto hasta llegar al grado de teniente de la reserva del ejército de Chile.
La presencia de los 2 santos chilenos
Los dos santos chilenos quisieron estar presentes en este Encuentro. Nuestra labor fue el lograr integrarlos y que significara un real valor para todos los asistentes. Me atrevo a asegurar que tanto la Misa en el destacamento Yungay, bajo el paraguas de la figura de San Alberto, como la Misa de Envío (así como el momento de oración en su cripta), bajo la figura de Teresita, fueron momentos en donde pudimos tocar el cielo con nuestras manos.
Un contenido sólido
Nuestra tercera preocupación fue el de poder entregar un contenido sólido, a desarrollar en la modalidad de charlas cortas y análisis en conversatorios de grupos pequeños de hasta 10 madrugadores. Se generaron 60 grupos. Fue emocionante ver como todas estas mini-comunidades (compuestas por miembros de diferentes lugares y hasta de diferentes países, tales como Chile, Argentina, Perú y Puerto Rico) trabajaron seriamente para poder responder las preguntas que los charlistas dejaban planteadas.
En esto hay que ser justo. Al César lo que es del César reza el dicho. Tuvimos el vital apoyo de nuestro asesor, el padre Juan Pablo Rovegno, quien nos ayudó a encontrar el sentido del encuentro y nos abrió los ojos a la hora de buscar a los charlistas. Creemos que tanto Trinidad Ried, periodista vinculada al mundo de la educación y fundadora de la Fundación Vínculo, que nos entregó conceptos claros y profundos de lo que debe ser la Interioridad para un católico; así como Nicolás Zalaquett, joven ingeniero comercial, que tomó la opción por los que menos tienen, y nos remeció con verdades tales como que “para amar hay que conocer” en su charla sobre la Solidaridad; y terminando con el padre Gonzalo Illanes, director nacional del Movimiento de Schoenstatt en Chile, que nos ilustró muy bien sobre las oportunidades y desafíos que, para los católicos, tiene la Sinodalidad., pudieron entregar conceptos que, no tengo dudas, y durante mucho tiempo en las comunidades, se seguirán conversando y trabajando.
Conclusiones
Las conclusiones, generadas por estas 60 mini-comunidades fueron las siguientes:
Interioridad
Es un desafío real que implica varias dimensiones:
1. Nuestra imagen y experiencia de Dios: ampliarla y llevarla a la vida en todas sus dimensiones. Una mirada orgánica de Dios y lo creado.
2. La necesidad de cultivar una actitud de escucha, observación, conexión e integración de la realidad. Un desafío para el varón que naturalmente busca resolver y esta actitud supone observar, escuchar y empatizar.
3. Estar presente, pero con una mirada trascendente (Dios que habla en todo y en todos). Unir Dios y vida. Todo puede ser un mensaje de Dios.
4. La escucha es una necesidad prioritaria: escucha del propio interior y la escucha de los demás y el entorno. La escucha es el oído para escuchar a Dios.
Solidaridad
El amor es el fundamento de la solidaridad y nos desafía en diversas dimensiones:
1. A decidirnos por colocar el amor en el centro de nuestras vidas y de nuestras opciones.
2. A salir de nosotros mismos para ir al encuentro de los demás y de la realidad, superando la tentación del espacio seguro y conocido, así como del egoísmo, la indiferencia y la autosuficiencia.
3. A rescatar la gratuidad del amor cristiano, que se entrega sin esperar recompensa, retribución o reconocimiento.
4. A animarnos y ayudarnos en comunidad, para crecer en nuestra capacidad de amar, desarrollando una solidaridad comunitaria, concreta y, también, espiritual.
5. A atrevernos a conocer y empatizar con los demás y nuestro entorno.
6. A crear estructuras, modos y formas que hagan concreto el amor en justicia, dignidad y servicio.
7. A pasar de la solidaridad asistencial a la solidaridad vincular.
Sinodalidad
Siendo parte activa de la vida de la iglesia, la sinodalidad nos plantea los siguientes desafíos:
1. Fortalecer el camino sinodal que hemos recorrido como comunidad de madrugadores: el encuentro, la vida de oración, la fraternidad, el diálogo y la corresponsabilidad, con un marcado acento laical y eclesial.
2. Participar activamente en las instancias eclesiales para compartir y servir desde nuestra originalidad y misión.
3. Profundizar y desarrollar la dimensión peregrina de la Iglesia, especialmente en la capacidad de escucha, diálogo y acogida. La crisis eclesial nos ha exigido la humildad necesaria para vivir y trasmitir nuestra misión.
4. Crecer en dos dimensiones: integración de jóvenes quienes, descubriendo el carisma del madrugador, puedan reencantarse con la fe y la vivencia de Iglesia; y llegar a comunidades rurales y de base, para fortalecer a las comunidades parroquiales.
5. Poner nuestro ser y misión al servicio de esta hora de la Iglesia.
Envío
Es importante destacar, además, el envío que se hizo desde nuestra Ermita:
“Teniendo presente el tiempo de cambio y conversión que vivimos, así como nuestro ser de varones y nuestras reflexiones, le pedimos a nuestra Madre y Educadora que nos enseñe a cultivar, y fortalecer tres actitudes que harán posible su concreción:
Escuchar, salir al encuentro y colaborar.
Iniciamos una peregrinación y la actitud del peregrino es de conversión, por eso les invito a preguntarse:
¿En qué dimensión necesito crecer para hacer posible este desafío de interioridad, de solidaridad y de sinodalidad?
¿En la capacidad de escuchar más que exigir y juzgar?
¿En la capacidad de salir al encuentro más que encerrarse en sí mismo?
¿En la capacidad de colaborar más que competir y confrontar?”
Punto aparte nuestro obispo Gonzalo Bravo. Participó los 3 días del encuentro. Cautivó y conquistó con su carisma y lenguaje sencillo, que no por ser sencillo es menos profundo. Y nos regaló una dura charla sobre “La Virgen María en los tiempos del chat gpt” además de la presencia del nuncio apostólico, Monseñor Alberto Ortega Martín, quien celebró la Misa de envío, luego de una hermosa caminata de poco más de una hora, desde la Ermita de Schoenstatt hasta el Santuario de Teresita el domingo 05 de noviembre.
Agradecimientos
Como comunidad de Aconcagua estamos muy felices de haber podido llevar a buen puerto este gran encargo que los madrugadores de Chile nos entregaron ese, hoy lejano, sábado 02 de noviembre del 2019.
Agradecidos de corazón de todas las muestras de cariño que hemos recibido antes, durante y después. Cuantos regalos, cuantos abrazos, cuantos llamados y Whatsapps agradeciendo lo que entregamos. Mi madre siempre decía que el ingrediente secreto de sus comidas era el cariño. Ingrediente que le pusimos a todas y cada una de las tareas que emprendimos para poder atenderlos como todos se merecían: como hermanos en la fe y hombres predilectos de Dios y de la Mater.
Gracias madrugadores.
Nos vemos en Los Ángeles el 2025 !!!!!!!!!!
Guido Naveas Riutort
Coordinador General
XVIII Encuentro de Madrugadores ACONCAGUA 2023
“Aquí estoy Señor, junto a María y a Teresita, para hacer Tu voluntad”